Dios de la vida, que cuidas de toda la creación, danos la paz!
Que nuestra seguridad no provenga de las armas sino del respeto;
que nuestra fuerza no sea la violencia sino el
amor;
que nuestra riqueza no sea el dinero sino el
compartir;
que nuestro camino no sea la ambición sino la
justicia;
que nuestra victoria no sea la venganza sino el
perdón.
Desarmados y confiados, queremos defender la dignidad
de toda la creación,
de toda la creación,
compartiendo hoy y siempre el pan de la solidaridad
y la paz.
Por Jesucristo, tu divino Hijo, nuestro hermano,
que, hecho víctima de nuestra violencia,
desde lo alto de la cruz,
dio a todos tu perdón.
que, hecho víctima de nuestra violencia,
desde lo alto de la cruz,
dio a todos tu perdón.
Amén.
(Campaña de la Fraternidad 2005. Tomado del libro de culto y oraciones: En tu gracia, Consejo Mundial de Iglesias).